Más
tarde, concretamente en 1788, se coloca una cadena, Katea, para
el cobro de un peaje que permitiera recaudar fondos con destino
a la conservación de las carreteras guipuzcoanas.
Estos
dos enclaves, situados junto al Camino Real, provocarán el desarrollo
de un núcleo de población que tiene como eje principal el actual
paseo Andrearriaga, nombre otorgado en memoria de una lápida funeraria
de época romana situada en el límite con Oiartzun, así como la ermita
del mismo nombre que hubo en las inmediaciones.
En este
barrio se asientan los principales polígonos industriales que Irun
está potenciando en la actualidad, en su lucha contra la depresión
y el fomento del empleo, problema agravado principalmente a raíz
de la integración plena en la Unión Europea y el cierre de varias
industrias de la ciudad.
Las
calles de este barrio hacen referencia a los nombres de las provincias
vascas Bizkaia, Lapurdi, Araba, Nafarroa Behera y otros a topónimos
y nombres de molinos tales como Erroiarri = Piedra del cuervo mayor,
Arbiun = Camino pedregoso, Harmugarrieta = Lugar de muchos mojones,
Errota = Molino, Errotazar = Molino viejo, Errotaberri = Molino
nuevo, , San Narciso (minas), Primautzar, Gabiria, Aranibar, Txatxenea,
Teileria Irurzunzar (caseríos) y los dedicados a elementos relacionados
con las caleras: Karobiaga, Kisulabe y Labeltze.
|

 |